martes, 6 de diciembre de 2011

EL DESTINO ES SÓLO UNA HISTORIA QUE SURGE AHORA


Interlocutor: Estoy hecho un lío, porque tengo entendido que si algo tiene que suceder, sucederá porque no hay vuelta de hoja. Pero, desde mi punto de vista, eso implica que existe el destino.

Jeff Foster: en efecto, ese “tiene que suceder” parece implicar un destino, cierto tipo de futuro para este individuo que, en cierta manera, ha sido planificado. No obstante, todo eso no son más que palabras, conceptos, pensamientos, creencias, cosas mentales, y sólo sirven para que se mantenga la sensación de entidad individual.

En realidad, no podemos conocer el futuro. Surgen pensamientos sobre el futuro, proyecciones, predicciones e historias sobre lo que pasará, pero surgen ahora. Son pensamientos que surgen ahora, pensamientos sobre el destino, pensamientos sobre lo que pasará, pensamientos sobre el ego… pero no son más que pensamientos –en realidad,, pensamientos inofensivos-. Y todo eso surge en esto.

Y es cierto, podría decirse que “lo que tenga que pasar, pasará”, ¡pero es casi lo mismo que no decir nada! Lo que estoy intentando decir es que no se puede saber lo que pasará, ni siquiera en este momento, porque todo eso es una historia que se está desarrollando ahora. El destino es sólo una historia, un pensamiento, una creencia que se está forjando ahora. En cambio, la mente que busca parece ignorar la Claridad y viveza que impregnan el momento presente, y las convierte en una meta, en algo que hay que alcanzar en un futuro.

No hay destino, no hay futuro, sólo hay esto. Más claro, imposible.

Aunque también se puede ver de esta manera: esto ya es el destino. Aquí mismo, ahora mismo, esto es el destino. ¿Cómo iba a ser de otra forma? Tu vida entera, todas tus penas y tu búsqueda, tus altibajos, tus logros y tus fracasos… el único propósito de todo esto es que puedas estar aquí, ahora, leyendo estas palabras. Ése es tu destino. ¡Ése es el gran chiste cósmico de toda esta historia!


Jeff Foster

(La vida sin centro)

 
“En realidad, no podemos conocer el futuro. Surgen pensamientos sobre el futuro, proyecciones, predicciones e historias sobre lo que pasará. Pero surgen ahora”.

Jeff Foster.


Aquí incluyo las famosas predicciones sobre lo que supuestamente acontecerá en el 2012.

Luis Granados

miércoles, 23 de noviembre de 2011

ALGUIEN SE REDESCUBRE


Interlocutora: ¡Parameshwar! Hablando de la autopercepción o de la sensación de ser…, la semana pasada tuve una experiencia que realmente me impactó mucho. En meditación, desde que vengo aquí, he intentado poner en práctica tus enseñanzas, mirar hacia dentro y encontrarme como la observadora de todo lo demás, como consciencia, como el sujeto que ve, que oye todas las cosas. Intento ser consciente de mi cuerpo en contacto con la silla donde medito para ver que yo no soy mi cuerpo. He venido haciendo esta práctica durante un tiempo.

Pero el otro día me acaeció algo de manera espontánea y fuera de la meditación. De golpe me vi la cara en un espejito, y de repente yo me sentí con la misma sensación interior que cuando tenía unos seis o siete años. Pensé que si a los siete años me hubiera visto en el futuro como soy ahora, no me hubiera reconocido, porque actualmente no soy en absoluto físicamente la misma. Si me hubiera proyectado entonces con mi imaginación, en la imagen obtenida sería mucho más guapa de lo que soy ahora. Seguro.

Y, sin embargo, aún no reconociéndome en absoluto como la misma persona respecto del físico, nunca me había sentido tan yo misma, porque yo soy consciencia que examina un cuerpo objetivo. Es decir, mi cuerpo era algo externo a mí, era algo objetivo, examinaba mis rasgos físicos como hubiera podido examinar esa silla o la mesa o a cualquier persona que no fuera yo. Y a la vez tenía la sensación de ser yo, la única yo que puede observar el exterior. La misma que era cuando tenía siete años y que me ha acompañado toda mi vida hasta ahora.

Es que me es difícil de explicar, pero me di cuenta de que ese ser interior que soy, esa consciencia interior, es la que soy yo, la que siempre he sido y la que siempre seré hasta que me muera, aunque muera con cien años; siempre seré la misma. Mi cuerpo seguirá cambiando, pero yo siempre seré igual a mí misma, jamás podré decir “yo” y sentirme ser otra persona.

Me resultó muy impactante y estuve en un estado de silencio interior de forma natural. No me venían pensamientos a la cabeza. Se me paró la mente y los objetos de casa o de la calle me parecían más luminosos, vivos. Hasta las sombras de los objetos o de los árboles tenían brillo.

Desgraciadamente, ese estado me duró dos días y se me pasó. Otra vez la carraca mental ha aparecido

¿Puedes explicarme por qué ha desaparecido ese estado y qué debo hacer ahora?

Muchas gracias.


Parameshwar: Bueno, ¿qué más quieres saber, qué necesitas más? ¿Ha desaparecido? Consíguelo de nuevo, ¡tú ya sabes qué hacer!

Lo que tú quieres es volver a ese estado, pero estás mirando hacia el lugar equivocado. No se trata de la fenomenología que rodea al cambio repentino de consciencia, los colores luminosos, los sonidos con eco, etc. Lo único que interesa es la toma de consciencia, el que te hayas dado cuenta de que el “Yo Soy” eres tú, que eres la misma de “siempre” y que, a pesar de que cambia el cuerpo, tú sigues percibiéndote igual que cuando eras niña. ¡Eso es lo único que vale!

¿Que qué tienes que hacer? ¡Ser! Sé y verás como los pensamientos dejan de fluir y mucho más. Esta es tu sadhana ahora, permanecer siendo YO en todo momento, y si pierdes tu presencia vuelve tranquilamente en ti. El Conocimiento que has adquirido se debe a la toma de consciencia de una realidad vívida, pues tú misma eres la Inteligencia que habita en este cuerpo, a medida que tu propia presencia se mantenga se irán abriendo los ojos del Conocimiento, pero eso ya vendrá solo.

Y en cuanto a por qué a desaparecido… es porque este no es tu estado natural, sin embargo, toda experiencia apunta a un nivel superior de ti misma y que es común a todos, accesible mediante el esfuerzo necesario para transcender el nivel actual. Estamos hablando de ignorancia, y su disipación implica siempre un cambio de pensar y sentir como humano. La Inteligencia que tú eres, al tomar consciencia del estado de Ser, se da cuenta automáticamente de que el estado “normal” no es el adecuado.

Shri Satguru Parameshwar maharajá

(Hundiéndome en mí mismo, el Advaita en la práctica, ediciones Índigo)

sábado, 5 de noviembre de 2011

LA VIDA ES AQUÍ Y AHORA

El mundo se alimenta del pasado y del futuro. Necesita para vivir, literalmente, al pasado, para tener una base de información sobre la cual proyectarse a lo que, por inferencia, especulación o miedo, cree que va a suceder en el futuro, y basa todo su andamiaje en el tiempo. El tiempo sustenta al mundo, y éste se alimenta del tiempo.

Si al mundo, que es lo mismo que decir la mente colectiva, le quitáramos el tiempo, colapsaría, se desplomaría automáticamente. Imaginen una película proyectada y su aparato proyector se detiene, ¿qué sucede? La imagen de la pantalla se paraliza, en realidad, podría permanecer los instantes en que la electricidad la mantuviese visible, pero como esa electricidad también es parte del mundo y necesita un tiempo y una distancia para trasladarse, también cesaría; y todo lo que estábamos viendo dejaría de existir.

Sin embargo, nosotros sí estamos, si existimos, “somos”, aunque la proyección externa termine. ¿Cómo sabemos que estamos todavía nosotros? Porque en cada respiración vamos más y más profundamente a la fuente de todo poder; esa fuente creadora de lo que parecía tan real en la pantalla. ¿Qué hacemos entonces?
Podemos crear nuevamente el mundo. Sólo que, ahora, lo hacemos desde la comprensión de la verdad de la cual no éramos conscientes; ya no repetimos fórmulas creadas en un bajo nivel de conciencia. Somos creadores en un nivel de conciencia superior. Todos los mundos estás siendo creados y destruidos en este instante. Creados y destruidos sin interrupción. La creación no termina, es expansión perfecta. Los conceptos de tiempo y de distancia son limitaciones mentales nacidas en laboratorios igualmente mentales, para ordenar pensamientos limitantes que no captan la conciencia creadora en su plenitud. ¿Qué haría la mente si supiera que no tiene tiempo? ¿Qué harías ya mismo si supieras que no te queda más tiempo? Ningún tiempo posible. ¿Qué harías? Ni siquiera puedes pensarlo, porque no hay tiempo ni para pensar. Lo único que podríamos hacer es “Ser”; ser lo que somos, ese ser que ha estado cubierto, velado por el tiempo, por un pasado que lo marcó y por un futuro que lo perturba y atrapa. Ese ser, de golpe, está libre de pasado y de futuro, entonces, sólo puede ser lo que es en este instante. Ya no responde a nada fuera de sí, únicamente es responsable de sí mismo, vive su único estado posible. Éste. Ya. Eso es lo que somos, y eso es lo que el mundo no quiere que seamos, porque si despertamos, el mundo pierde todo control, pierde todo poder.

¿Cómo puede el mundo controlar a una persona que sabe que es libre, que ya sabe que no hay nada que pueda o no sucederle en el futuro, porque todo futuro depende del ser en estado presente? Un ser que expresa su capacidad, su libertad, desconoce todas las limitaciones sobre las que se basa la sociedad. Como no responde al tiempo, se quita automáticamente toda la información del pasado, es decir, el sufrimiento acumulado que nos convierte en peones patéticos de un partido de ajedrez que ya está perdido de antemano.

Un ser que despierta, que se recrea, que sólo usa la mente para recordarse a sí mismo en su estado puro, verdadero, libre, trascendente, ya no tiene más miedo al futuro ni dudas respecto de él, ni siquiera deseos de ser feliz, porque ya lo es en este instante, no tiene nada que lograr porque ya lo es todo, no tiene nada ni nadie de quien esconderse, porque no ve nada ni nadie separados de sí o en conflicto con el momento presente. Un ser así no se identifica con su cuerpo y lo recrea mientras lo está utilizando en el momento actual. Y, por sobre todo, no le tiene miedo a la muerte, porque sabe que no puede morir. Un ser así llega a un estado tan sublime, tan real, que sólo vive y genera vida en cualquier plano y situación en la que se exprese y manifieste. Un ser así es lo que tú eres.

Claudio María Domínguez

(Despertemos ya mismo)

sábado, 1 de octubre de 2011

Del prefacio de Nadie en Casa, de Jan Kersschot, por Nathan Gill

En Nadie en Casa, Jan nos conduce al reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza, explicando claramente la futilidad de buscar una iluminación proyectada en el futuro. Podemos tener un vislumbre de que somos Conciencia, el aspecto trascendental de nuestra naaturaleza, y a continiación lo conceptualizamos como un estado ideal permanente que tenemos que alcanzar.

Todos somos el mismo Uno. Sólo hay Conciencia -consciencia más el contenido de ésta-. Esta apariencia presente, tal como es -lo que incluye cualquier sentido de separación o ego, y cualquier búsqueda de trascendencia o liberación-, ya es la perfecta expresión de la vida. La aceptación de este hecho, de que tu naturaleza es Conciencia, de cualquier cosa que se presente en este momento en la consciencia y como consciencia, socava el movimiento para trascender la separación, el ego, o cualquier otra cosa. No es necesario ningún estado, condición o experiencia particulares.

Miedo, separación, individualidad, ego, dicha, unidad, amor..., todo es un interminable juego de posiibilidades. Como señala Jan, en términos de un supuesto yo conceptual que espera ser aniquilado un día para poder alcanzar la "iluminación", en realidad no hay nadie en casa. Simplemente existe esta expresión presente de lo que es, tal como es, lo que comprende cualquier sensación de aparecer ahora mismo como alguien, algo que en realidad es perfecto.

Dejando de buscar la totalidad reconocemos la vida como una expresión de lo que ya es total. Tú, la Conciencia, eres el objeto de tu propio juego de búsqueda, y Nadie en Casa es una exploración de esta extraordinaria paradoja.

Nathan Gill, autor de Clarity

martes, 26 de julio de 2011

La libertad verdadera consiste en liberarse de las ilusiones





















"¿Eres libre? ¿Hasta qué punto? ¿Cuáles son los indicativos de la verdadera libertad? ¿En verdad somos libres los humanos? El libre albedrío, eternamente discutido e incomprendido, es la quimera del ser humano".

"Pese a que vivir en el sueño de la dualidad te obliga a tomar decisiones constantemente, la libertad verdadera no tiene nada que ver con las decisiones cotidianas que crees tomar. La libertad verdadera consiste en liberarse de las ilusiones".

"Incluso dentro del nuevo paradigma todo el mundo sigue llamando "libertad" a las respuestas programadas que constituyen nuestras cotidianas "tomas de decisiones".

Liberarme de las ilusiones significa dejar de identificarme con un cuerpo y con una historia personal. Y darme cuenta de que no sé nada. Entonces mi mente se abre a una inteligencia superior".


Jorge Lomar

jueves, 17 de marzo de 2011

Todo es tal y como es: los personajes que aparecen, las historias que se montan, los terremotos y las tragedias, las grandes alegrías
















Cuando reconoces que tu verdadera naturaleza es Unidad –una sencilla presencia-, ¿qué necesidad tienes de entenderla? La presencia es lo que existe. Todo es tal y como es: los personajes que aparecen, las historias que se montan, los terremotos y las tragedias, las grandes alegrías y absolutamente todo lo demás. Ésa es la representación teatral, dentro de la cual, cuando se produce la identificación con el personaje, un montón de cosas pueden parecer importantes pero, en realidad, nada lo es. Sólo son importantes desde el punto de vista del guión de esa representación.

Nathan Gill

martes, 1 de marzo de 2011

La verdadera comprensión


A todos aquellos que buscan ir más allá de una comprensión “intelectual” y desean la verdadera constatación de vivir permanentemente “desde la consciencia” o “en el ahora” o sentir que “no son el hacedor” o la dicha de la “aniquilación del yo” o de estar “más allá del pensamiento” etc. etc. lo que precisamente les falta es una verdadera comprensión intelectual de que todo el tiempo son ya el constatar mismo.

No habrá nunca más consciencia de la que hay ahora. Nunca habrá más bien, totalidad, abundancia, perfección, infinito, no-dualidad, Dios…que lo que hay en este momento presente.

Juan Carlos Savater

martes, 22 de febrero de 2011

¿Por qué lo importante no son los objetos sino la Conciencia?


Es muy importante que aclaremos lo que queremos decir con el término “Conciencia”. Conciencia es la Totalidad o Unidad, y podemos decir que tiene dos aspectos: consciencia y contenido de la consciencia. Por lo tanto, a lo que tú te refieres al hablar de objetos es al contenido de la consciencia, es decir, a las imágenes que aparecen y se constatan en la consciencia. Esa idea de que el contenido de la consciencia no tiene importancia es un error, fruto de la concepción tradicional de la espiritualidad, que consiste en intentar escapar de lo material o del contenido. De ahí que, con frecuencia, se rechace lo material. Sin embargo, si sólo existe Conciencia –que es tanto consciencia como su contenido-, entonces el contenido goza de idéntica importancia.



Nathan Gill

domingo, 6 de febrero de 2011

La visión perfecta


Independientemente de lo parcial que sea nuestra perspectiva de las cosas que hay en el mundo, la visión de lo que realmente somos siempre es total y perfecta. Por regla general, sólo podemos ver los objetos del mundo de manera parcial como, por ejemplo, este lado de la cara de las personas pero no el otro, o el extremo más alejado de la habitación pero no el más cercano. Sin embargo, es imposible ver el vacío inconsútil de manera parcial puesto que lo vemos todo de una vez, simultáneamente, ahora y siempre. Tampoco podemos verlo de un modo distinto a como lo ve el resto de las personas porque aquí no hay nada sobre lo que podamos discrepar. Yo no puedo ver el vacío con más claridad ni con más opacidad que los demás. Asimismo, el vacío no mejora por más que lo miremos y tampoco empeora porque dejemos de verlo. En otras palabras, cuando lo vemos, estamos viéndolo de manera perfecta. En tal caso, cuanto menos somos capaces de aceptar sinceramente nuestra incompletad de ahí porque somos completos aquí. No hay nada más que alcanzar, nada que abandonar, nada sobre lo que argumentar ni discrepar, ni nada que probar. ¡Qué maravilla! ¡Qué paz!

Richard Lang

domingo, 23 de enero de 2011

De un modo natural uno se vuelve más impersonal y a la vez es más uno mismo



Para la persona que está funcionando con una conciencia más amplia empiezan a funcionar en ella también otras leyes: las cosas le van saliendo con una fluidez, las cosas se producen, aparecen, se va encontrando una sincronía en la que todo te está diciendo algo; y realmente, vas entendiendo que todo te conduce. No es una interpretación mental, pero te vas dejando llevar de manera fácil, y fluida; que la conciencia te vaya llevando. Te vas dejando en manos de la vida, pero a la par que estás muy consciente, intenso, en cada momento entregado a la situación que la vida te pone.
Entonces vas descubriendo que no tiene ningún sentido forzar las cosas, que todo se produce, que hay un gozo en eso; la conciencia se va abriendo y se va produciendo una iluminación. Pero todo este aspecto maravilloso no se puede forzar: nosotros podemos llegar a vivir desde el fondo, desde ahí la conciencia y la vida nos irán abriendo, iremos descubriendo toda una conciencia que es una unidad y que es una vida, que es una. Primero dejamos la clave personal y luego dejaremos la clave individual y uno irá viviendo en una conciencia en la que uno ya no se tiene en cuenta de un modo personal e individual, sino que hay una impersonalidad: se ve en algunas personas maduras, que están viviendo más cara al conjunto, en vez de cara a lo personal. Pues de un modo natural uno se vuelve más impersonal y a la vez es más uno mismo, porque yo soy esa conciencia y estoy en ella porque la soy.

Antonio Jorge Larruy

jueves, 20 de enero de 2011

Toma de conciencia del tú real


El tú real es sutil. Este ejercicio te ayudará a ser más consciente de quién eres realmente.

¿Quién o qué es consciente de la lectura de estas palabras? Percátate de este estado de conciencia. ¿Cómo lo experimentas? ¿Qué sentimientos despierta? ¿Dónde lo experimentas? ¿Lo sientes en todas partes? Reserva sólo un momento la experiencia de él. Esto es lo que tú eres. Le experiencia de este estado está disponible en todo momento. Lo único que tienes que hacer es poner tu atención en el tú real en vez de en la mente.

Gina Lake

sábado, 8 de enero de 2011

No se ausenten


El que tiene ojos pero no ve,
El que tiene oídos pero no oye,
El que tiene lengua pero no habla,
Él Me puede ver como debo ser visto y Me puede
conocer como debo ser conocido.

Esto no significa que deban volverse inactivos. Por el contrario, significa que deben estar constantemente alerta a la expresiva Belleza del Amado, Todo-penetrante. Sobre esto Hafiz ha dicho, “Si quieres que tu Amado esté presente, no te ausentes ni un momento de Su Presencia”.
El Maestro Perfecto está en todo, y es el Centro de todo. Cada uno y cada cosa están por lo tanto equidistantes de Él. Aunque, debido a nuestras propias limitaciones, externamente Él aparenta estar presente en un solo lugar a la vez. Él está, al mismo tiempo, en cada plano de consciencia a la vez. Verlo a Él como es, es ver a Dios.
Así que cuidado, no sea que cuando el Amado divino toque a la puerta de vuestro corazón, los encuentre ausentes.

Meher Baba