domingo, 28 de febrero de 2010

Verdadera meditación



















Tu conciencia de ser es independiente de los objetos internos y externos de los que eres consciente.
Si realmente quieres entender la diferencia, debes empezar por darte cuenta de que la conciencia puede enfocarse en cualquier cosa. En tal caso, ¿qué pasaría si la conciencia se enfocara en sí misma? Cuando esto ocurre, en lugar de ser consciente de tus pensamientos, eres consciente de ser consciente de tus pensamientos. Has re-dirigido la luz de la conciencia sobre sí misma. Siempre estás contemplando algo, pero esta vez estás contemplando la fuente de la conciencia. Esto es verdadera meditación.
La verdadera meditación va más allá de la simple concentración en un punto. Para llegar a la meditación más profunda no sólo debes tener la habilidad de enfocar completamente tu conciencia en un objeto, también debes tener la habilidad de hacer que dicho objeto sea la conciencia misma. En el estado más elevado, el enfoque de la conciencia se dirige sobre el Sí mismo.

Michael A. Singer

Buenas compañías espirituales


A veces puede parecer que seguimos interpretando viejos papeles y reaccionando como lo haría el antiguo yo. Incluso puede parecer que nos hemos perdido en el ego una vez más, pero en realidad nunca podremos volver a perdernos. Sólo necesitamos ver de dónde procede esa reacción y no aferrarnos a ella. Si tienes amigos que están experimentando el mismo despertar que tú, es sumamente beneficioso que os ayudéis mutuamente recordando qué es lo real. Una buena compañía espiritual es maravillosa y ayuda mucho.
El despertar a lo que somos más allá del ego es también una aceleración en la evolución de la especie humana. El pasado, en forma de ego, nos está reteniendo.

Merlvyn Wartella

domingo, 14 de febrero de 2010

La Consciencia no es una cosa


En el fondo, ¿no es todo la Consciencia queriendo experimentar la dualidad?

Ésa es una forma de hablar sobre la Consciencia que la hace más amistosa y humana para que puedas creerte que sabes lo que es. Dices: "Bueno, la razón por lo que esto está pasando es porque la Consciencia es como una persona adulta. Está haciendo todas estas cosas creativas por una razón muy humana: porque quiere experimentar algo o porque es interesante, o porque es divertido", o por cualquier otra razón que tuviese sentido desde la perspectiva humana. Entonces todo está bien atado. Pero la Consciencia a la que apuntamos no es un objeto, y mucho menos una persona. No es una cosa literal. No es un enorme objeto, poderoso y con autoría que se llama Consciencia. Hablamos sobre ella de esa manera. Nuestro lenguaje sugiere esa imagen, pero tenemos que quitarle constantemente las piernas a esa imagen y repetirnos una y otra vez que esta Consciencia no es una cosa.

Wayne Liquorman

miércoles, 10 de febrero de 2010

El centro inmóvil


En sus talleres, el filósofo y maestro espiritual Douglas Harding invita a los participantes a poner en práctica algunos ejercícios -o experimentos, como él los denomina- relacionados con la conciencia. El objetivo de esos ejercícios o experimentos es hacernos despertar a lo que realmente somos y, en algunos de ellos, también interviene el movimiento. Para comenzar, ¿qué podemos ver cuando permanecemos de pie señalando a nuestra cara? Por supuesto, nada, sino al Vacío (que, simultáneamente, está lleno de todo). Entonces, comenzamos a dar vueltas en el mismo lugar. ¿Qué se mueve en ese caso? Se mueven las imágenes que están más allá del dedo pero, a este lado del dedo, nada se mueve. Dicho de otro modo, mientras nosotros estamos quietos, es el mundo el que se mueve. ¿Nos parece demasiado simplista, infantil e ingenuo? Sí, es posible, pero también es real y profundo.

Richard Lang

domingo, 7 de febrero de 2010

Dios en todas las cosas


Existe una poderosa quietud de la que brotan todas las cosas. Es una quietud que está más allá de las palabras. Sin embargo, a lo largo del tiempo, las personas han intentado nombrar lo innombrable. A esta quietud la han llamado Dios, Tao, la Mente búdica, pero la quietud no es nada de todo eso. Desde siempre, las palabras no son más que meras indicaciones que apuntan a aquello de lo que es imposible hablar.


En vano buscas a Dios porque Lo tienes delante de ti, dentro de y siendo las cosas de este mundo. Alarga tu mano: ahí está la mano de Dios. Mira tus piernas: son las piernas de la divinidad. Ese pájaro que se acaba de posar en esa rama, ¿de verdad crees que eso no es una manifestación de Dios?

Jeff Foster

viernes, 5 de febrero de 2010

Deshaciendo


Cuando era niño
me gustaba sentarme y escuchar
lo que estuviera ocurriendo en ese momento:
camiones que se llevaban la basura,
carpinteros que trabajaban en las casas
y el eco de los martillos sobre los clavos.
La sonora resonancia de la lluvia.
Mira. Un rayo de sol entra por la ventana
y baila sobre la alfombra.
Ah... qué felicidad.

Todd Haydon